En época de trasplantes, conocer las mejores estrategias de asociación de cultivos puede marcar la diferencia en el éxito del huerto. Una adecuada planificación y combinación de plantas puede optimizar el uso de recursos y evitar problemas como la competencia por nutrientes, plagas y enfermedades. En este artículo te proporciono 5 trucos para asociar cultivos de manera efectiva, maximizando el rendimiento de tu huerto.

1. Evita asociar plantas de la misma familia

Una regla básica en la asociación de cultivos es evitar combinar plantas de la misma familia. Esto se debe a que suelen tener necesidades similares de nutrientes y son propensas a las mismas plagas y enfermedades. Al evitar esta asociación, evitarás la competencia entre las plantas y reducirás el riesgo de propagación de problemas fitosanitarios. Por ejemplo, evita asociar tomates con otros miembros de la familia de las solanáceas, como las patatas o los pimientos.

2. Combina cultivos con diferentes velocidades de crecimiento

Otro truco para asociar cultivos es combinar plantas que tengan velocidades de crecimiento diferentes. De esta manera, aseguras una cosecha continua a lo largo del tiempo. Por ejemplo, puedes asociar cultivos de rápido crecimiento, como lechugas o rábanos, con cultivos de crecimiento más lento, como los tomates. De esta forma, aprovecharás al máximo el espacio disponible y tendrás un suministro constante de alimentos frescos.

3. Combina cultivos de raíz profunda y de raíz superficial

La combinación de plantas con diferentes sistemas de raíces puede ser muy beneficiosa para maximizar el uso del suelo. Asocia plantas con raíces profundas, como zanahorias o remolachas, con plantas de raíces más superficiales, como lechugas o cebollas. De esta manera, las plantas con raíces profundas extraerán los nutrientes y el agua de las capas más profundas del suelo, mientras que las de raíces superficiales aprovecharán los recursos en la capa superior del suelo.

4. Aprovecha la altura de las plantas

Otro truco para la asociación de cultivos es combinar plantas altas con plantas bajas. Esta combinación permite aprovechar el espacio vertical y mejorar la circulación del aire en tu huerto o jardín. Por ejemplo, puedes asociar girasoles o maíz, que son plantas altas, con cultivos más bajos como lechugas o espinacas. Las plantas altas proporcionarán sombra y soporte para las plantas bajas, mientras que estas últimas protegerán el suelo, mantendrán la humedad y evitarán el crecimiento de malas hierbas.

5. Introduce plantas aromáticas

El último de los trucos para asociar cultivos es el uso de plantas aromáticas. Algunas plantas aromáticas como la lavanda, el tomillo o la menta tienen propiedades repelentes naturales que pueden ayudar a evitar plagas y atraer polinizadores beneficiosos. Por ejemplo, la plantación de albahaca cerca de los tomates puede ayudar a repeler plagas como los gusanos o pulgones, mientras que la presencia de flores como la caléndula puede atraer insectos beneficiosos como las abejas y mariquitas, que ayudarán en la polinización y control de plagas.