Cuidar de nuestras plantas puede ser un proceso gratificante, pero también puede ser frustrante cuando nuestras plantas no sobreviven. Hay varios motivos por los que se mueren tus plantas, pero a menudo se reducen a cuatro factores principales: riego inadecuado, exposición solar inapropiada, plagas y enfermedades. En este artículo, exploraremos cada uno de estos factores y cómo podemos prevenirlos para asegurarnos de tener unas plantas sanas y productivas.

1. Falta o exceso de riego

El agua es esencial para la vida de las plantas, pero darles demasiada o muy poca puede ser fatal. Las plantas que reciben muy poca agua se marchitan y mueren, mientras que las que reciben demasiada agua pueden acabar con sus raíces podridas y morir.

La clave para regar tus plantas correctamente es hacerlo en función del clima y las necesidades específicas de cada planta. Comprueba la tierra para ver si está seca antes de regarla. Si la tierra está seca o ves que está empezando a secarse, riega; si la tierra está húmeda no hace falta que riegues.

2. Falta o exceso de sol

El sol es un factor importante para el crecimiento y la supervivencia de las plantas. Cada planta tiene diferentes necesidades de luz solar. Demasiado sol puede llegar a marchitar las hojas, mientras que muy poca luz solar puede hacer que las plantas se estiren y mueran o mermen notablemente su crecimiento.

Asegúrate de que cada planta está recibiendo la cantidad adecuada de luz solar para su especie. Si tus plantas se encuentran en un lugar donde reciban demasiado sol, muévelas a un lugar más sombreado o proporciona sombra artificial. Por otro lado, si están recibiendo muy poca luz solar, muévelas a un lugar donde puedan recibir más.

3. Plagas

Otro de los motivos por los que se mueren tus plantas son las plagas, que pueden ocasionar un problema muy grave para las plantas. Pueden comerse las hojas, chupar la savia o incluso transmitir enfermedades a tus plantas. Algunas de las plagas más comunes son los pulgones, las orugas y las cochinillas.

Es importante prevenir las plagas tanto como sea posible. Si ya tienes plagas instaladas en tus plantas, intenta combatirlas lo antes posible con algún insecticida natural, como el aceite de neem o el jabón potásico.

4. Enfermedades

Además de las plagas, otro de los motivos por los que se mueren tus plantas son las enfermedades, que también pueden suponer un gran problema. Los hongos pueden infectar a tus plantas y hacer que se enfermen y mueran.

Los hongos pueden aparecer por diferentes motivos, como el exceso de humedad o la falta de ventilación. Las plantas afectadas por hongos suelen mostrar signos como manchas marrones, hojas amarillentas o marchitas y pérdida de hojas.

Para combatir los hongos, lo mejor es aplicar un buen fungicida natural. La leche y el bicarbonato son dos ingredientes que pueden ser utilizados para hacer un fungicida casero efectivo y económico. La mezcla de ambos ingredientes puede prevenir y controlar enfermedades fúngicas en plantas como el mildiu, el oidio y la roya.

Es importante tener en cuenta que el fungicida casero es una medida preventiva y no una solución para una infestación grave. Si las plantas están muy enfermas, es recomendable eliminarlas para evitar que la enfermedad se propague a otras plantas.

Te dejo con un vídeo que hice con los 4 motivos por los que se pueden morir tus plantas: