Los hongos pueden suponer una auténtica amenaza para el correcto crecimiento y la salud de una planta. Sin embargo, muchos de ellos se pueden prevenir. También es posible erradicarlos de forma efectiva utilizando materiales ecológicos una vez la infestación ya se ha producido. En este post te mostraremos 11 fungicidas caseros para combatir hongos. Además, te enseñaremos a hacer los 4 fungicidas caseros para combatir hongos más efectivos.

Qué son los hongos

Los hongos son organismos eucariontes. Es decir, constituidos por células con núcleo, uni o pluricelulares que se desarrollan generalmente en lugares húmedos y con poca luz solar.

Son organismos microscópicos que producen esporas para reproducirse y éstas son diseminadas por el viento, por lo que su propagación es muy rápida.

Viven sobre la materia orgánica en descomposición y se pueden alimentar de materia orgánica viva, perjudicando de esta forma a las plantas que los albergan. 

Se estima que hay más de 8.000 especies diferentes de hongos que dañan la salud de las plantas. 

Cómo llegan los hongos a las plantas

Las esporas producidas por los hongos se desplazan con el viento. Este desplazamiento finaliza cuando la espora se adhiere a la superficie vegetal y se enquista en ella.

El siguiente paso en el establecimiento de la infección es la penetración de los hongos patógenos en las plantas. Los hongos pueden entrar a la planta a través de heridas ocasionadas debido a causas naturales, como podría ser la rotura de alguna rama o por las lesiones que haya podido hacer algún insecto, pero también pueden penetrar directamente a través de la superficie intacta de la planta.

El hongo crece invadiendo el tejido de la planta mediante el desarrollo de filamentos fúngicos, denominados hifas, que se ramifican por todo el tejido vegetal de la planta.

Por qué los hongos producen enfermedades en las plantas

Los hongos producen enfermedades en las plantas debido a cuatro elementos:

1. Causan la síntesis y liberación de enzimas que degradan sustancias que unen las paredes celulares en los tejidos y causan ensanchamiento y degradación de la pared celular y muerte de las células

2. Producen toxinas que interfieren en el metabolismo de la planta y perjudican a la salud de la misma, no permitiendo que estas se desarrollen correctamente

3. Producen y liberan compuestos hormonales y antihormonales que producen una interferencia en el control normal del crecimiento y desarrollo de la planta. Algunos de los síntomas de esto son el enanismo o la elongación de la planta

4. Causan la interferencia en el sistema vascular de la planta, ya que los hongos pueden aposentarse dentro o alrededor de éste y no permiten el correcto flujo de agua y nutrientes por toda la planta 

Cuáles son las consecuencias de una infección por hongos en la planta

Los efectos producidos por los hongos en las plantas pueden ser de tipo local, cuando afectan exclusivamente a una parte del tejido; o general, si causan un daño completo a toda la planta. Los efectos causados por los hongos pueden producir primero un efecto local y luego uno generalizado.

El daño producido por los hongos es principalmente la muerte del tejido que infectan (necrosis), ejemplos de esto pueden ser las manchas foliares, el tizón o la putrefacción de la raíz.

También pueden producir la atrofia completa de la planta o de alguna de sus partes, y en otros casos pueden causar un crecimiento excesivo (hipertrofia) de alguna de sus partes, como los tumores en las raíces.

Los hongos que afectan a la raíz o al sistema vascular de la planta, tienden a producir un color amarillo en la planta y marchitez.

Todos estos efectos pueden causar la pérdida de vitalidad de las plantas o de los órganos infectados, lo que puede llevar a la muerte de la planta.

Cuáles son los hongos que afectan a las plantas

Hay muchas especies de hongos que pueden afectar a las plantas, sin embargo, los más habituales son:

• Colletotrichum gloeosporioides. Se trata de un moho que produce antracnosis (manchas de color negro) en muchos tipos de plantas, sobretodo en climas muy húmedos. El daño puede ocurrir tanto en las hojas como en los tallos. En los bordes de las hojas aparecen pequeñas manchas de color marrón de forma más o menos circular, que se extienden uniéndose entre si y forman grandes areas, secas y oscuras que se acaban cayendo.

• Botrytis cinerea. Es un moho que se desarrolla en climas frescos y húmedos. Este microorganismo es el causante de la podredumbre gris en muchos tipos de plantas frutales, como por ejemplo las fresas, uvas y manzanas. Este hongo produce lesiones marrones y aparece moho gris sobre las hojas, flores y tallos. La espora ingresa dentro del fruto por alguna herida y causa la putrefacción del mismo. El hongo es capaz de degradar la epidermis del fruto por lo que se expande por la planta y puede causar la muerte de la misma. La enfermedad causada por este moho es una de las más extendidas y graves en todo el mundo.

• Penicillium. Se trata de un moho encontrado en casi todos los climas del mundo y es uno de los hongos más abundantes del suelo. Su fácil proliferación lo hace especialmente peligroso, sobre todo teniendo en cuenta que algunas especies producen toxinas que pueden hacer al alimento infectado tóxico para el consumo. 

• El penicillium digitatum provoca la enfermedad conocida como moho verde de los cítricos. El primer síntoma es una mancha redonda sobre la superficie del fruto, que crece y cubre la parte afectada con un moho blanco. Este moho se torna de color verde al producir esporas. Las esporas son transportadas por el aire hasta otros frutos. La humedad favorece la propagación de este hongo.

• El penicillium italicum es un patógeno de los cítricos que causa la enfermedad del moho azul. El área productora de esporas en la superficie del fruto en descomposición tiene un color azul brillante y está delimitado por una franja blanca por todo su perímetro. El hongo penetra en el fruto a través de heridas y es capaz de extenderse desde los frutos infectados a los frutos sanos por contacto.

Cuáles son las enfermedades que provocan los hongos

Más del 70% de las enfermedades que afectan a las plantas son producidas por hongos, entre ellas, las más comunes son las siguientes:

• Botritis. A esta enfermedad también se le conoce como podredumbre gris, y está causada por el hongo botrytis cinerea, que produce un moho de color grisáceo sobre cualquier parte de la planta. Se da habitualmente por exceso de humedad. El efecto que causa esta enfermedad es la necrosis celular del tejido afectado, primero se oscurece la zona infectada, luego se reblandece y acaba muriendo.

• Roya. Debido a esta enfermedad, aparecen pequeñas manchas y deformidades de color amarillo oxidado o marrón en los tallos y hojas de la planta. Cuando avanza la infección, las hojas se deforman y caen.

• Mildiu. El mildiu aparece en climas húmedos y con alta temperatura. Ataca a las hojas de las plantas, provocando manchas de color verdoso que se acaban volviendo de color amarillento o marrón de aspecto oleoso a medida que avanza la enfermedad. En la cara inferior de la hoja suele aparecer una pelusa grisácea. Esto hace que se malforme el tejido afectado, por lo que las hojas caen y mueren los brotes y tallos.

• Oídio. Esta enfermedad causa un polvo de color claro en las hojas afectadas, bastante parecido a la ceniza, hace que las hojas se vuelvan amarillas y posteriormente se sequen.

• Antracnosis. Se trata de una enfermedad que se suele dar en climas húmedos y calurosos, y produce manchas marrones en las hojas y frutos de la planta, sobre todo alrededor de los nervios principales de estos. Además, puede causar protuberancias en el tronco de la planta. Estas manchas se van haciendo cada vez más grandes y forman la necrosis del tejido afectado.

• Alternariosis. También conocida como negrón, se trata de una enfermedad que afecta a las hojas y a los frutos de las plantas. Produce manchas circulares oscuras en el centro con un anillo alrededor de color más claro.

Cómo acabar con los hongos de las plantas

Los fungicidas son productos utilizados para eliminar o evitar el desarrollo de los hongos. Pueden ser un componente muy efectivo para erradicar los hongos, pero sólo funcionará de forma correcta si se cumplen dos requisitos. Primero, que se seleccione el fungicida adecuado para el hongo que tiene la planta. Segundo, que se aplique en el momento adecuado, con la frecuencia suficiente y de la forma conveniente en la superficie afectada.

Por suerte, es posible hacer fungicidas caseros para combatir hongos de forma efectiva y fácil. Puedes aplicar estos fungicidas tanto a plantas plantadas en suelo como en maceta.

Por qué algunos fungicidas químicos sintéticos son dañinos y por qué utilizar fungicidas caseros para combatir hongos

Durante muchos años se ha utilizado una gran variedad de productos químicos sintéticos para erradicar los hongos patógenos de las plantas. Sin embargo, algunos de los componentes de éstos son dañinos para el ser humano y/o para el planeta. Es por ello que optar por fungicidas caseros para combatir hongos es una buena opción, ya que no tendrán ningún efecto nocivo.

El dibromuro de etileno fue el primer fumigante empleado, pero en 1984 fue reconocido como carcinogénico y su uso fue prohibido.

La fumigación con bromuro de metilo fue usada extensamente, pero este compuesto fue identificado como un agente que provoca un gran deterioro de la capa de ozono y también se prohibió.

En la actualidad, los productos naturales reemplazan cada vez más a los productos sintéticos, siendo capaces de solucionar el problema sin dañar al medio ambiente y al cuerpo humano.

La utilización de aceites esenciales y extractos de plantas como fungicidas naturales está probada como efectiva para acabar con gran variedad de hongos en las plantas.

Cuáles son los mejores fungicidas caseros para combatir hongos

Existe una gran cantidad de fungicidas naturales que pueden acabar con los hongos que afectan a las plantas. Muchos de ellos se pueden utilizar como fungicidas caseros para combatir hongos, y los resultados de una correcta aplicación serán muy beneficiosos.

• Ruda: Se trata de una planta medicinal cuyo extracto tiene una función antifúngica. Controla la antracnosis, una enfermedad que se muestra en forma de lesiones oscuras en el tallo y/o en las hojas.

• Papaya: Las hojas de papaya tienen efectos fungicidas, muy eficaces para controlar el mildiu y la roya.

• Agua oxigenada: Tiene propiedades antifúngicas y es útil para combatir el mildiu.

• Cebolla: Es efectiva para acabar con el oidio, sobre todo en plantas jóvenes.

• Tomillo: Igual que la papaya, su principio activo actúa como un fungicida muy efectivo para el mildiu y la roya.

• Ajo: Es uno de los fungicidas más utilizados y efectivos, que puede servir casi para cualquier hongo, sobre todo para la botrytis y la roya.

• Cola de caballo: Se trata de la planta más preciada para actuar como fungicida, ya que tiene un alto contenido de sílice que le convierte en un gran agente contra el oídio, el mildiu o la roya. Se usa tanto de forma preventiva, para evitar que los hongos se instalen en las plantas, como de forma curativa, una vez el hongo ya está en la planta y ha producido alguna enfermedad.

• Leche: La leche también actúa como un fungicida eficaz contra los hongos más comunes, debido a las sales y al ácido láctico que contiene.

• Ortiga: La ortiga, igual que la cola de caballo, es una de las plantas más veneradas por sus efectos sobre los cultivos. Se puede usar para acabar con plagas, pero también para combatir casi todo tipo de hongos. Es especialmente efectivo para luchar contra el mildiu, la roya y el oídio.

• Bicarbonato sódico: Es un fungicida efectivo contra mildiu, oidio, antracnosis y tizón.

• Azufre: El azufre en polvo o el azufre mojable se pueden mezclar con agua y pulverizar sobre la planta, siendo una solución efectiva para acabar con los hongos por su efecto antifúngico. Es una muy buena solución para el oídio.

Cómo hacer fungicidas caseros para combatir hongos

Cómo hacer purín de ortiga para combatir hongos

El purín de ortiga, además de ser un fertilizante totalmente natural, es un excelente fungicida y repelente de ciertos insectos y plagas. Por ello, es uno de los fungicidas caseros para combatir hongos más usados.

Para preparar el purín de ortiga se necesita 1 kilo de ortigas por cada 10 litros de agua. La parte que usaremos de las ortigas son los tallos y las hojas, la raíz de la planta no sirve. Además, el agua que se debe utilizar tiene que ser de lluvia, ya que a diferencia del agua de grifo, ésta no contiene cloro, un elemento que puede matar a las bacterias de las ortigas y que necesitamos para la efectividad de la solución.

Si no dispones de agua de lluvia, puedes utilizar agua de grifo y dejarla al sol durante dos días para que se evapore el cloro.

Es importante no utilizar un recipiente metálico para mezclar el agua y las ortigas, ya que el óxido mata a las bacterias. Lo mejor será utilizar un barril o cubo de plástico y un palo de plástico o madera para mezclar.

Las ortigas tienen un gran poder de atracción de bacterias fijadoras de nitrógeno (bacterias que hacen que el nitrógeno producido por el suelo sea asumible para las plantas). Por lo que les servirá para estimular el crecimiento y hacerlas más fuertes contra las plagas.

Una vez se vierten dentro del cubo las ortigas y el agua en la proporción comentada, se tiene que remover unos 5 minutos durante 4 días para oxigenar el agua, cuando lo acabemos de remover se debe tapar (no herméticamente, hay que dejar algo de ventilación) y dejar en un sitio a la sombra. Al hacer esto lo que haremos es disolver los componentes.

Una vez pasado este proceso, procedemos a colar el líquido resultante.

Para utilizar esta solución, mezclaremos medio litro del líquido resultante por 5 litros de agua, y pulverizamos sobre las hojas afectadas por hongos para acabar con ellos. 

Pulverizar esta solución sobre la planta también será útil para prevenir las infecciones por hongos, evitar que se asienten plagas en las plantas y para fortalecer el sistema celular y vascular de la planta.

Cómo hacer purín de cola de caballo para combatir hongos

Igual que la ortiga, la cola de caballo es una de las plantas más apreciadas en el mundo hortícola, ya que sus propiedades ayudan a prevenir los hongos y a luchar contra ellos, fortalecen la planta y aportan nutrientes a ésta.

Su alto contenido en silicio ayuda a reforzar los tejidos celulares de las plantas y a combatir los ataques de hongos.

Es posible utilizar la cola de caballo junto con la ortiga, por lo que juntando ambas plantas podemos crear un fungicida natural totalmente eficaz para atacar a los hongos más comunes. Si se usa sólo, también es efectivo, e igual que la ortiga, es uno de los fungicidas caseros para combatir hongos más usados.

Para preparar el purín de cola de caballo se necesita 1 kilo de cola de caballo por cada 10 litros de agua.

Se utiliza toda la planta excepto la raíz y se corta en trozos pequeños.

Además, el agua que se debe utilizar tiene que ser de lluvia, ya que a diferencia del agua de grifo, ésta no contiene cloro, un elemento que puede matar a las bacterias de la cola de caballo y que necesitamos para la efectividad de la solución.

Si no dispones de agua de lluvia, puedes utilizar agua de grifo y dejarla al sol durante dos días para que se evapore el cloro.

Es importante no utilizar un recipiente metálico para mezclar el agua y la cola de caballo, ya que el óxido mata a las bacterias. Lo mejor será utilizar un barril o cubo de plástico y un palo de plástico o madera para mezclar.

Una vez se vierten dentro del cubo las ortigas y el agua en la proporción comentada, se tiene que remover unos 5 minutos durante unos 10 días para oxigenar el agua, cuando lo acabemos de remover se debe tapar (no herméticamente, hay que dejar algo de ventilación) y dejar en un sitio a la sombra. Al hacer esto lo que haremos es disolver los componentes.

Una vez pasado este proceso, procedemos a colar el líquido resultante.

Para utilizar esta solución, mezclaremos medio litro del líquido resultante por 5 litros de agua, y pulverizamos sobre las hojas afectadas por hongos para acabar con ellos. 

Pulverizar esta solución sobre la planta también será útil para prevenir las infecciones por hongos, evitar que se asienten plagas en las plantas y para fortalecer el sistema celular y vascular de la planta.

Cómo hacer fungicida de leche y bicarbonato sódico para combatir hongos

Para preparar este fungicida usaremos 800 mililitros de agua, preferiblemente de lluvia; si no tenemos agua de lluvia dejaremos al sol durante dos días el agua de grifo para que se evapore el cloro, y la mezclaremos con 200 mililitros de leche, preferiblemente desnatada, ya que lo que nos interesan son las sales ricas en potasio y en fosfatos, así como el ácido láctico y aminoácidos presentes en la leche, y no la nata, que no aportará nada interesante a la planta. Todos estos compuestos aportarán minerales y nutrientes que ayudarán a reforzar la planta y estimular su resistencia a los hongos. Además, su elevado contenido en sales minerales y proteínas son un excelente abono foliar (fertilizante que se puede utilizar sobre las hojas).

Ahora añadiremos 20 gramos de bicarbonato sódico por cada litro de mezcla. Este compuesto tiene un gran poder desinfectante y cicatrizante, por lo que ayudará a curar las posibles heridas que tenga la planta y así podremos prevenir la entrada de hongos patógenos a la misma.

Agitamos bien la mezcla y ya la podremos utilizar mediante pulverización sobre la planta, siempre a primera hora de la mañana, o mejor incluso, después del atardecer.

De forma preventiva se puede utilizar una vez cada 15 días sobre toda la planta.

Si el hongo ya está instalado en la planta, se debe utilizar 2 días seguidos y después una vez a la semana. Además, se deberán retirar las hojas infectadas.

Cómo hacer macerado de ajo para combatir hongos

El ajo tiene propiedades fungicidas, insecticidas, nematicidas y bactericidas. Es muy útil para combatir la botrytis y la roya.

Se necesitan 100 gramos de ajo, tanto el fruto como la piel valen, que se deben trocear lo más pequeño posible, a poder ser, picado. 

Una vez picado, se debe mezclar en una olla con 1 litro de agua de lluvia; si no tenemos agua de lluvia se puede dejar agua de grifo al sol durante dos días.

Se tapa el agua con los ajos y se deja macerando, a temperatura ambiente, durante 24 horas.

Cuando pase ese tiempo, se debe poner la olla a fuego alto hasta que empiece a hervir, también tapada para que no se pierda ninguna de las propiedades.

Una vez esté hirviendo, dejamos el fuego al mínimo durante una hora.

Cuando pase la hora, apagamos el fuego y dejamos reposar hasta que quede frío, y lo colaremos el líquido resultante.

Utilizaremos ese mismo líquido, sin diluir, para que sea más efectivo, y lo pulverizamos directamente sobre la planta. 

La mezcla sólo será efectiva durante unos 15 días, a partir de ese momento, los efectos antifúngicos decrecen.